¿Cómo afecta el estrés postvacacional al cerebro?



Al reincorporarnos a nuestra vida habitual tras las vacaciones, nos readaptamos al trabajo y a un estilo de vida más agitado, y con ello, experimentamos cambios mentales, emocionales y cognitivos. El estrés posvacacional puede ser el desencadenante de enfermedades y dolencias neurológicas. Según la Sociedad Española de Neurología, SEN, cerca del 35 por ciento de los trabajadores de entre 25 y 40 años sufren de este tipo de estrés.

Como resume el doctor Carlos Tejero Juste, Vocal de la Junta Directiva de la SEN, "existen diversos estudios que muestran la incidencia del estrés en el origen o empeoramiento de ciertas enfermedades y dolencias neurológicas tales como cefaleas, epilepsia o trastornos del sueño". Él mismo resalta también que, aunque el estrés posvacacional se relaciona más directamente con aspectos emocionales, puede desencadenar en dolencias neurológicas: "nuestro cerebro también sufre, por lo que es importante llevar a cabo medidas de prevención".



Preocupación, ansiedad, cansancio o excitación son algunas de las emociones asociadas al estrés. Estas producen un aumento de la tensión muscular que puede generar cefaleas tensionales, las más comunes, o desencadenar en crisis de migraña. Los trastornos del sueño causados por el estrés son cada vez más habituales, afectando a cerca del 30 por ciento de la población. De entre estos últimos, las afecciones más comunes son el insomnio y la hipersomnia, donde se incluyen las personas que sufren apneas del sueño o narcolepsias. "La somnolencia diurna puede llegar a ser muy incapacitante, afecta a las relaciones sociales y personales, y en los últimos años estamos viendo como el estrés ha incrementado considerablemente el número de pacientes con trastornos del sueño", explica el doctor Tejero Juste. Aunque en menor medida, la tensión emocional también puede facilitar en algunos casos la crisis de epilepsia y es un factor de riesgo de los accidentes cardiovasculares.

Prevenir el estrés



En todo caso, es habitual que los pacientes vean agravadas sus dolencias o incrementadas sus crisis debido al estrés que sigue a la reincorporación a la rutina. Las recomendaciones que los expertos proponen son tales como regular los horarios antes de incorporarnos al trabajo, dormir más horas de lo habitual durante los primeros días o mantener una actitud positiva. Intentar volver del destino vacacional con uno o más días de margen para recuperar los hábitos también puede contribuir a reincorporarse de forma menos traumática. Otra opción puede ser la de planificar nuevos periodos de descanso a lo largo del año, aunque sean más breves.

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