Después de participar en una sesión de vigoroso ejercicio, el dolor del cuerpo puede ser insoportable, sobre todo si has ejercitado los músculos que no has utilizado en mucho tiempo.
El dolor puede hacer más difíciles las tareas más simples, desde levantarte de la cama hasta caminar por la calle.
A pesar de que el dolor luego del entrenamiento es inevitable y normal, puedes aliviarlo y hacer que la situación sea más manejable.
Empieza despacio y poco a poco
Cuando comienzas una rutina de ejercicios, lo mejor es no apurarte para hacer las cosas demasiado rápido, ya que ello podría llevar a golpes en tus músculos.
Por ejemplo, empieza a correr a un ritmo liviano en lugar de intentar correr a una velocidad de maratón. Luego, a medida que tu cuerpo se adapta a la rutina de ejercicios, aumenta lentamente la velocidad y el tiempo de ejercicio.
Utiliza la sal de Epsom
Este mineral calmante se utiliza comúnmente para tratar los músculos que se tensan y el dolor.
Toma un baño caliente y llena la bañera con aproximadamente dos tazas de esta sal natural.
Sumergirse en la sal de Epsom puede aliviar el dolor causado por el ejercicio, junto con la inflamación.
Calienta el cuerpo antes de hacer ejercicio
Si deseas reducir el dolor después de hacer ejercicio, comienza todos tus ejercicios con un calentamiento rápido y estiramiento.
Puedes leer como e longar los músculos adecuadamente.
Mueve tu cuerpo
A pesar de que mover el cuerpo puede parecer la última cosa que quieres hacer cuando te sientes seriamente dolorido, realmente puede ayudar a aliviar el dolor.
Participa en alguna actividad física ligera para aliviar el dolor, tales como nadar o andar en bicicleta.
Entrar en calor
Para reducir las molestias de dolor en los músculos, añade un poco de calor a tu cuerpo.
Una forma en que hacerlo es tomando una ducha caliente.
Aplica una crema anti-inflamatoria
Para disminuir el dolor del cuerpo, ponte una crema anti-inflamatoria en todas las partes afectadas de tu cuerpo, como por ejemplo los muslos, las pantorrillas y los brazos.
Estas cremas por lo general comienzan a trabajar en 30 minutos o menos, y pueden reducir la inflamación y el dolor incómodo.
El dolor después de un entrenamiento es un proceso normal y saludable; no te alarmes cuando apenas puedas levantar la cuchara en la mañana para comer un plato de cereal.
Alégrate si estás adolorido – es un signo de aumento de fortaleza.