Todas las tareas que realizas en la cocina pueden ser mucho más eficientes desde un punto de vista medioambiental... y económico. ¿Cómo? Toma nota:
VIGILA TU FRIGORÍFICO
Procura que la parte trasera del frigorífico esté limpia (sucia puede incrementar el consumo un 15%).
Descongelar regularmente el frigorífico puede suponer un ahorro del 30% de la energía que consume el aparato. Si la escarcha tiene más de 1,5 cm de espesor, descongélalo.
No metas alimentos calientes en el frigorífico. Espera a que se enfríen.
Evita abrir la puerta a menudo, aumenta mucho el consumo.
La nevera es el electrodoméstico que más electricidad consume (hasta el 40% de la factura de la luz). Si la vas a renovar opta por una con calificación A. Son los más ecológicos.
Mantén en buen estado las gomas de las puertas.
Coloca el frigorífico en un lugar ventilado, fresco y lo más lejos posible de fuentes de calor (hornos, radiadores, etc.).
NO PIERDAS ACEITE
Si te sobra aceite no lo tires por el fregadero o por el WC, viértelo en un bote cerrado y échalo a la basura, aunque lo mejor es que lo lleves al Punto Verde más cercano.
Siguiendo con el aceite. Quizás te interese aquellos productos que se arrojan a la sartén cuando aún está caliente. Al enfriarse, el aceite se transformará en residuo, de modo que ya puedes dejarlo con el resto de la basura. A la venta en grandes hipermercados.
Al cocinar, tapa siempre las cazuelas para no perder energía.
No uses cazos de menor tamaño que el hornillo, se desperdicia calor.
Si la cocina es eléctrica, apaga la placa 10 minutos antes de acabar para así aprovechar el calor residual.
Las ollas a presión suponen un 25% de ahorro de energía.
Mejor las cazuelas de barro que las de metal: la extracción del aluminio es extremadamente contaminante.
Mantén la puerta del horno bien cerrada mientras se usa y cuando quieras comprobar el estado de la comida, enciende la luz, no lo abras. Cada vez que lo haces se escapan entre 25º y 50º de calor.
AHORRA AGUA
Que tu grifo no gotee. Puedes ahorrar hasta 30 litros de agua diarios. Un grifo que gotea gasta hasta 35.000 litros al año.
No abuses de la lejía. Rompe el equilibrio bacteriano y dificulta el trabajo de las depuradoras.
Ojo con las fugas de agua. No siempre son visibles: anota el consumo dos días consecutivos. Si varia mucho, puedes tener una fuga.
Pon el lavavajillas en frío (ahorrarás hasta un 75%).
fuente: http://www.menshealth.es/
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