Cuando te das cuenta de que una pelea se está cocinando, tu instinto puede decirte que evites el conflicto y que te retires.
“Puede ser aterrador cuando sabes que alguien se va a enojar”, comenta Monica O’Neal, psicóloga de Harvard y experta en relaciones. Pero atacar los problemas juntos es parte de estar en una relación sólida.
“La verdadera intimidad no solo se trata de sentirse calientitos y cómodos”, agrega O’Neal. “Se trata también de que puedas sentirte lo suficientemente cómodo con alguien como para expresar enojo. Esto de hecho es algo saludable y bueno para la relación”.
“ESO ES RIDÍCULO”
Esto manda el mensaje de que la perspectiva de tu pareja no es válida.
“La gente siempre se meterá en problemas cuando al defender el “yo tengo la razón y tú no”, indica la doctora Susan Heitler, experta en relaciones, autora y psicóloga en Denver.
En vez de eso, señala, menciona algo de lo que tu pareja haya dicho en lo que concuerdes; y añade tu propia perspectiva diciendo “…esta es otra manera de ver las cosas”.
Esto mantendrá ambas opiniones en la mesa, así que podrán idear una solución entre los dos.
AH, EN SERIO o ¿ME ESTAS JODIENDO?
Evita el sarcasmo durante las discusiones.
“No es para nada efectivo. Lo único que hace es incrementar la desconfianza,” explica O’Neal. “Es una muy pasivo-agresiva manera de indicar algo, y no siempre lo logra”.
Explica tu punto de vista honestamente para mantener las líneas de comunicación abiertas.
“TÚ NUNCA” , VOS SIEMPRE
Quejarte de tu pareja con un “tú nunca” o “tú siempre” pone a la otra persona a la defensiva y raramente es acertado.
Heitler sugiere evitar estas frases acusatorias y usar algo más personal como “A mí me preocupa que…”.
Así que, en vez de gruñirle a tu pareja que siempre llega tarde, trata algo como “a mí me preocupa que nuestros amigos nos consideren groseros”.
“¡CÁLMATE!” BAJA UN CAMBIO
No hace falta que te digamos que esta palabra casi siempre tiene el efecto opuesto.
“Básicamente lo que estás diciendo es ‘no tolero que estés enojada’”, explica O’Neal.
Es importante que tu pareja se sienta segura de que puede expresar sus emociones –incluso las negativas. Así que si no tienes ni idea de por qué está enojada, pregúntale (¡de manera sincera!) qué es lo que le molesta.
“PERO”
Por definición, esta palabra anula lo que sea que tu pareja te haya dicho.
“El ‘pero’ borra lo que sea que se haya dicho antes, como la tecla de borrar de tu teclado”, explica Heitler. “Y a nadie le gusta que borren, demeriten o descarten lo que dijo”.
Parafrasea tu respuesta con un “y” o “al mismo tiempo” para demostrar respeto por la opinión de tu pareja, incluso si es distinta a la tuya.
“OLVIDÉMOSLO” YA FUE
Pelear es cansado y es completamente entendible si uno de los dos necesita un respiro. Pero, cuando la temperatura está tan alta no puedes simplemente apagar la discusión.
En vez de eso, O’Neal recomienda, decirle a tu pareja que necesitas un tiempo fuera: “Necesitas ser capaz de decir ‘Necesito la oportunidad de bajarle un poco y procesar todo. Te prometo que volveremos a tocar el punto’”.
“ERES UNA #$%*
“Aunque tu pareja haya presionado todos tus botones, resiste las ganas de aprovecharte de sus inseguridades”.
“Las groserías está completamente prohibidas,” indica Heitler. “Solo pretenden lastimar a la otra persona y no resuelven nada”.
Enfócate en encontrar una solución, y no en ver qué tan efectivamente pueden lastimarse entre ustedes.
“NO DEBERÍA SER TAN COMPLICADO” PORQUE TODO TIENE QUE SER TAN
DIFÍCIL
Si está destinado a ser así, no debe ser complicado ¿verdad? Esto puede ser cierto en las películas, pero en la vida real, las relaciones cuestan trabajo.
Si están atravesando por un problema muy complicado, consideren hablar con un asesor matrimonial o terapeuta familiar. No es el último recurso de una relación condenada al fracaso –es la manera en que las parejas comprometidas aprenden a comunicarse más efectivamente.
“TAL VEZ TENGO QUE IRME Y YA, ME PUDRISTE, ME VOY
Coquetear con la ruptura solo tira a la basura la confianza, especialmente si “El final” aparece cada vez que están enojados.
“No amenaces con terminar. Es probablemente una de las cosas más tóxicas que puedes hacer”, explica O’Neal.
En vez de ver cada pelea como una posible causa de separación, reconoce que la comunicación abierta (incluidas las peleas) pueden fortalecer el vínculo a largo plazo.
“El punto de las discusiones es sentir que te escucharon”, agrega O’Neal. “Incluso si no llegan a un acuerdo, al menos pueden tener una mejor idea de lo que ambos quieren”.
fuente: Lic. Monica O’Neal