Laringitis en niños: síntomas, Causas y cómo tratarla.

La laringitis consiste en la inflamación de la laringe, órgano tubular perteneciente al conducto respiratorio que se encuentra situado entre la tráquea y la faringe, compuesto por un total de 9 piezas de cartílagos y con forma conoide, revestido interiormente de una membrana mucosa.

Se sitúa en la parte inferior de la garganta, y en ella encontramos las cuerdas vocales. Por este motivo, es habitual la aparición de la afonía (y la pérdida temporal de la voz) como consecuencia de la irritación e inflamación causada por la enfermedad.

Se caracteriza por ser una enfermedad respiratoria aguda en la que se produce la inflamación de la laringe. Como veremos a continuación, en su gran mayoría, la mayor parte de las laringitis son ocasionadas por virus respiratorios, aunque también puede estar causada por bacterias.

En el caso particular de la laringitis infantil, tiende a afectar sobre todo a niños de entre 6 meses a 6 años, aunque es evidente que también puede surgir en cualquier momento de la etapa infantil.

¿Cuáles son las causas de la laringitis infantil?

Tanto en la laringitis en niños como en la laringitis que aparece en la etapa adulta, en la mayoría de las ocasiones es debida a infecciones. Es decir, la práctica totalidad de los casos son de origen infeccioso. 

Cuando la causa es de origen infeccioso (producida por un virus respiratorio), la infección se produce por el contacto de un niño sano con un portador de ésta. Esta infección se produce a través de las gotitas de secreción contaminada que se expulsan al hablar o con la tos, o bien al estar en contacto cercano con la secreción del portador.

Los virus respiratorios más frecuentes son los conocidos como Parainfluenzae -o paragripales-, un conjunto de virus que se caracterizan por ser los principales culpables de infecciones respiratorias comunes, como por ejemplo es el caso de la sinusitis, rinitis, bronquitos o faringitis. Además, también pueden producir bronquiolitis y neumonías (producidos en esta ocasión por el virus parainfluenza tipo 3).

Solo en algunas ocasiones la causa la encontramos en microorganismos de origen bacteriano.

¿Qué síntomas produce y cuáles son más habituales?

Una señal característica de la laringitis -tanto en niños como en adultos- es que habitualmente por la noche tiende a empeorar, de manera que a medida que se aproxima la noche suele ser muy común que los síntomas empeoren.

En lo que se refiere a cuáles son los síntomas de la laringitis en niños más comunes, al comienzo el niño puede tener mucosidad nasal y fiebre. Luego es normal la aparición de tos seca y fuerte similar al ladrido de un perro, motivo por el cual suele conocerse como tos perruna, ocasionando a su vez afonía o ronquera.

Puede surgir estridor, que consiste en la aparición de un ruido ronco al respirar, cada vez que el niño trata de coger aire para respirar.

Por otro lado, aunque no es tan habitual, solo en algunas ocasiones la inflamación puede provocar dificultad respiratoria, al dificultar la entrada normal de aire. Como consecuencia de ello, puedes observar en el niño una respiración rápida, en la que el pecho se le hunde o se le marcan las costillas.

Por suerte, en la mayoría de las ocasiones la laringitis tiende a durar entre 2 a 3 días, desapareciendo los síntomas poco a poco.


¿Cómo se trata? 

No existe un tratamiento específico para la curación de la laringitis, en especial si se trata de una laringitis causada por virus. Solo en caso de laringitis bacteriana sería necesario la administración de antibióticos, pero siempre que el pediatra los haya prescrito y recetado.

Dado que la inflamación origina irritación y sequedad en la laringe, es importantísimo que el pequeño respire aire húmedo frío. Por ejemplo, los aerosoles con suero salino frío (con medicación o no) tienden a mejorar rápidamente los síntomas, aunque deben ser prescritos por el pediatra.

Los medicamentos antiinflamatorios pueden ayudar a disminuir la inflamación y reducir los síntomas asociados a ella. Aunque también deben haber sido prescritos por el pediatra.

Qué puedes hacer en casa para ayudar a tu hijo

Una vez sigas las recomendaciones indicadas por el pediatra, existen algunos consejos y hábitos que puedes seguir en casa para ayudar a que tu hijo se sienta mejor durante los días que duran los síntomas más habituales de la laringitis. 

Evita que el ambiente en casa esté seco. Para ello puedes poner depósitos de agua en los radiadores y utilizar un humidificador o vaporizador.

Si no dispones de humidificador o vaporizador en casa puedes abrir el grifo de agua caliente en el baño y sentarte con el pequeño fuera de la ducha durante 15 minutos, para que respire el vapor.

Aunque no lo creas, la respiración de aire frío puede ayudar a mejorar los síntomas. Para ello, abrigando bien a tu hijo, puedes sacarle a la ventana a que respire el aire de la calle.

Por otro lado, recuerda lo más importante: no administres antibióticos, jarabes para la tos o cualquier otro medicamento si no ha sido prescrito por el pediatra. En caso de fiebre elevada, y siempre bajo la recomendación del especialista médico, puedes administrarte un antitérmico.

Creditos: natursan

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