El efecto terapéutico de la naturaleza es bien conocido: la visión de un espacio verde, ya sea un bosque, un jardín, o incluso un paisaje pintado reduce los niveles de ansiedad y estrés, pone de buen humor y hasta contribuye alargar la vida.
La revista científica Environment and Behavior fue más allá y concluyó que la presencia deplantas en los barrios podría hacer descender el número de crímenes perpetrados en los mismos. Un trabajo revolucionario, pues tradicionalmente se pensaba lo contrario: la vegetación supone el escondite perfecto para "cacos y maleantes", por lo que, cuanto más "limpias" estuvieran las calles de árboles y arbustos, más seguras serían.
La Universidad de Illinois (EEUU), enfocaron el asunto desde otra perspectiva: un espacio verde no tiene por qué estar formado de vegetación muy densa, sino que se pueden plantear diseños más abiertos: grandes extensiones de césped, árboles espaciados entre sí, macetas con flores… De esta forma los jardines no suponen un escondite para los criminales y, además, se produce un efecto contrario: la tasa dedelitos disminuye.
Fuente:Muyinteresante.com
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